Desde los años 60’s y hasta la fecha, se han venido desarrollando movimientos y teorías que se preocupan de explicar las problemáticas sociales y estéticas de las sociedades, convergiendo en el uso del cuerpo como una herramienta de comunicación universal capaz de captar y explorar los códigos y coreografías sociales que las personas experimentan ante dichos escenarios de crisis. La relación entre cuerpo, raza, género, arte, violencia y movimientos sociales se ha visto en una dinámica continua, pasando desde los inicios del arte del performance, el happening, el arte acción y el arte del cuerpo hasta el feminismo y sus derivados como el feminismo chicano, o los estudios de género o la teoría queer, los estudios poscoloniales y el activismo político de acción directa, que tienen como principal objetivo el buscar una manera eficaz de visibilizar y protestar ante las injusticias cometidas a grupos denominados como minoritarios: minorías sexuales, raciales, de clase o de
marginación social debido a diferencias marcadas con la cultura oficial y su hegemonía, sean de “color”, migrantes, homosexuales, personas de bajos recursos, trabajadores, etc.
Este proyecto recupera y reinterpreta los planteamientos teóricos e históricos de artistas, activistas, académicos y figuras representativas en torno a las temáticas señaladas de la masculinidad, la violencia hacía las minorías sexuales, la performatividad del género, el decolonialismo y el arte del cuerpo: GuyHocquenghem, Pedro Lemebel, Yosimar Reyes, Gloria Anzaldúa, Antonio Prieto Stambaugh, Cherry Moraga, Paco Vidarte, Sejo Carrascosay Javier Sáez, entre otros, tomando como referencia el trabajo de artistas latinoamericanos como Lukas Avendaño, La Pocha Nostra, Guillermo Gómez-Peña, Las Yeguas del Apocalipsis,Giuseppe Campuzano, Rocío Boliver, Alejandro Jodorowsky, etc.
A nivel conceptual y estético, Inferno Varieté, busca recopilar, generar y utilizar un glosario visual capaz de encajar en dichos contextos actuales y comunicar sus respectivas problemáticas, reinterpretando la cultura y la magia popular, la iconografía religiosa de los pueblos mestizos, los estereotipos de la masculinidad latinoamericana construidos por los
medios de comunicación, la estética y los códigos visuales del “ambiente gay”, y los imaginarios sociales alrededor de lo masculino, pensando dichos espacios como componentes interconectados en la manera en que se expresa la violencia en nuestro país y contextos semejantes.