Para sanar a los poseídos, Fidencio los encerraba en un corral, dónde eran perseguidos por una Puma chimuela llamada Concha, cuándo ésta los acechaba el espíritu maligno salía de los cuerpos de los endemoniados ante el temor de ser devorados, Fidencio sabía que Concha, al no tener dientes, no haría daño a las personas. También los hacía montar el lomo de becerros salvajes, cuándo los endemoniados caían al suelo, el impacto ocasionaba su curación inmediata. Los Endemoniados, todos aquellos que están estigmatizados, en los márgenes, señalados y separados del resto de la sociedad por el temor al contagio, encuentran en el Niño su reivindicación y redención.
«Gente que convulsiona y se revuelca en el suelo. Y entre los espinos se acercan, desde distintas direcciones.
El aire zarandea sus andrajos. Ya llegan, se acumulan a lo largo de la cerca. Entre las varas se asoman mejillas surcadas por arrugas bajo ojos grises, lagañosos; encías sin dientes entre labios rojos que se curvan; greñas enterregadas, frentes costrosas y pechos rascados con esas uñas negras. Los becerros abren sus bocas; los esclavos cubren las suyas. Vomitan. Se reúnen en torno al Niño Que Sonríe. Hagan pasar a Nuestros Hermanos.
Las cabezas se levantan. Los ayudantes se encaminan, despacio, hacia la cerca. Se abren las puertas, y la muchedumbre de endemoniados, jalados de correas y cadenas, sogas, brazos y piernas por sus familiares, se atropella hacia el interior del Corral (…)A un anciano cuyo cuerpo ha permanecido sujeto desde dentro por muchos demonios, después de varias caídas, lo da de alta con la fuerza de Nuestros Padres. Y, a lo largo del día, el Niño monta en becerros a muchos otros endemoniados. La agitación de jinetearlos y las caídas les hacen soltar y expeler ásperos cuerpecitos por sus orificios.»
El Evangelio del Niño Fidencio, Felipe Montes.
Performance presentada el 28 de enero de 2016 en el Museo de la Ciudad de Querétaro, con la colaboración de Alexis «Ojitos de Huevo» (comediante invidente), Alexia (mujer transgénero), Alex Landaverde (actor sordomudo) y David Barba (artista anósmico). Música por Jerry Zzz.
Fotografía por Julio Castilla